Viaje a Tanzania del 4 al 25 de febrero de 2019
Cuando decidimos casarnos, siempre habíamos dicho que el viaje era algo que no nos preocupaba, es más, incluso llegamos a pensar de hacer una mini escapada por Europa y ya está.
Paralelamente a los preparativos, íbamos siguiendo por las redes sociales a Pili y todo lo que iba haciendo en su aventura por Tanzania. Un día, sin más, a Laura se le pasó por la cabeza que nuestro viaje de luna de miel podría ser en Tanzania y descubrir un continente aún desconocido para las dos.
Escribimos a Pili y le explicamos la idea que habíamos tenido y todo empezó a fluir. Primero nos preguntó qué tipo de viaje queríamos y qué nos apetecía hacer: viaje relax, viaje cultural, viaje de complejo turístico, viaje mochilero… Teníamos claro que queríamos entrar en la cultura y costumbres de ese país pero por otro lado, no dejaba de ser un viaje de luna de miel en el que también nos apetecía un poco de relax y desconexión.
Una vez explicada nuestra idea, Pili se puso manos a la obra y empezó a diseñar nuestros 21 días de periplo y nos mandó un primer esbozo: ¿qué os parece hacer una semana de Safari, visitar Moshi, Arusha y terminar en Zanzíbar? Uau!!La idea nos encantó!
Hablamos un poco del presupuesto del que disponíamos y ella buscó diferentes opciones. En todo momento estuvo atenta a todos los detalles y preocupaciones. A María le da miedo volar y siempre lo tuvo en cuenta a la hora de montar una ruta o proponer un plan, buscando alternativas a posibles desplazamientos dentro del país.
La comunicación con ella fue muy fluida a través de correos electrónicos, mensajes por Whatsapp e incluso alguna videollamada.
Nos informó de todo lo necesario para poder organizar el viaje: vacunas necesarias, medicación, tipo de ropa adecuada, dónde cambiar la moneda, qué cantidad de dinero era mejor llevar, etc.
Lo que más nos gustó es que nos hizo el viaje que andábamos buscando: un viaje recorriendo rincones con la mochila pero sin olvidar que estábamos de luna de miel. Cuidando los más mínimos detalles: rutas de Safari con tiendas confortables, acompañamiento en todo momento para que no nos sintiéramos solas pero a la vez la libertad de hacer y deshacer según necesitáramos en ese momento. Nos fuimos de España sabiendo que teníamos alojamientos, actividades pero que no hacía falta seguir un guión estricto, sino que podíamos también improvisar.
Otro punto fuerte de Pili es que está inmersa en la vida tanzana, teniendo muchos contactos que facilitan los desplazamientos, la posibilidad de hacer actividades allí con gente de confianza, conocer rincones preciosos y poco turísticos, ir a comer a sitios locales que si fuéramos solas nunca hubiéramos ido…
En fin, te permite conocer Tanzania en plena esencia: empaparte de los olores, de los colores, de los sabores, de las costumbres y de la gente.
Pili es una muy buena opción si queréis hacer un viaje por Tanzania, de aquellos que dejan huella y no se olvidan. Además de dejarte con esas ganas de querer repetir.
Laura y María